Hoy es el Día Internacional de la Protección de Datos y está regulada por la ley de protección de datos o LOPD, regulada a su vez por la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre. Su función es velar por el tratamiento de los datos personales, libertades públicas y los derechos esenciales de las personas físicas, así como su honor e intimidad. La fácil recolección de datos personales hoy día a través de formularios ha obligado a crear esta disciplina jurídica. La ley de protección de datos abarca todo tipo de datos personales y no influye en la manera de recolección de estos, es decir, engloba todo tipo de recolección, ya sea manual o automática. El incumplimiento o vulneración de cualquiera de las directrices marcadas por la ley de protección de datos puede suponer una grave sanción económica para el infractor.
La vulneración en el trato de los datos personales viene dado cuando estos son usados de manera irresponsable. Por ejemplo, cuando la base de datos sufre un fallo de seguridad y se ven violadas las cláusulas de confidencialidad, disponibilidad o integración. Toda empresa o particular debe velar porque los datos a su disposición no sufran ningún tipo de violación o vulneración.
Las infracciones van desde vulneraciones leves hasta muy graves. Se consideran leves, por ejemplo, no atender a las solicitudes de rectificación o cancelación. Entre las sanciones graves, está usar ficheros con un fin distinto al inicial. Dentro de las faltas muy graves en la protección de datos, nos encontramos algunas como la recogida de datos de manera engañosa o el tratamiento de datos de forma ilegítima o con menosprecio de principios y garantías que le sean de aplicación. Además, cuando se vulnera la ley de protección de datos hay que tener especial atención en no reincidir, ya que una repetición de las infracciones puede hacer que una falta leve se convierta en muy grave.
La ley de protección de datos se encuentra especialmente vulnerable en Internet, ya que es una fuente inagotable de información con un alto grado de almacenamiento. La vulneración de este tipo de derechos crece en este campo provocando daños en las libertades públicas y en el derecho a la intimidad y el honor. Para no vulnerar los derechos de protección de datos, se debe contar siempre con el consentimiento del interesado, además de atender de manera inmediata las peticiones del usuario de cancelación, eliminación o modificación de los datos obtenidos. Además, se debe trasmitir expresamente el fin para el que servirá la recogida de esos datos si no queremos incurrir en una vulneración grave de la ley.